¡Llega el audiolibro de Titivillus!

Mi abuelo Luis era un gran lector en voz alta. Mi papá lo es. Recuerdo nítidamente a uno y a otro leyendo distintos libros. Ambos ponían muchísima emoción en la narración. Yo me sentía como si estuviera viviendo la escena en carne propia, como si delante de mí se dispararan los cañones de un relato histórico que le encantaba a mi abuelo o como si tuviera enfrente a aquel Sherlock Holmes del que hablaba mi papá.

Escucharlos de pequeño me fascinó tanto que yo también quise convertirme en un buen lector en voz alta. En cursos y talleres, en reuniones, en cualquier escenario que se preste, en cuanto hay que leer algo y preguntan quién quiere hacerlo, yo levanto la mano. Es algo que disfruto, pues siento que le doy vida a los personajes y que, de alguna manera, hago vivir también al autor entre aquellos que lo estamos conociendo a través de sus letras. Y lo disfruto más cuando percibo la emoción de las personas a mi alrededor, la misma que yo experimentaba al oír a mi papá y a mi abuelo.

Leer en voz alta tiene mucho de actuación, que es otra cosa que siempre me ha llamado la atención (y que está en mi larga lista de cosas por hacer). Implica entender los pensamientos y los sentimientos de cada personaje, crear una voz para ellos, saber pronunciar no solo sus palabras, sino también sus silencios y hasta sus titubeos. Significa hacer vivir a alguien que en realidad no tiene vida.

Por esta magia, recuerdo que desde que comencé a escribir soñé con grabar mis propios audiolibros. Hoy… ¡hoy es un sueño cumplido! Para inaugurar la serie, elegí Titivillus, mi libro más reciente. Su protagonista es Faustino, un escritor joven y frustrado que termina por firmar un pacto con el demonio Titivillus para obtener todo el éxito que siempre ha soñado. Este le garantiza todo el futuro que desea a cambio, tan solo, de su pasado. “Cuanto más porvenir tengas, más tomaré yo de tus recuerdos”. 

Grabar este libro fue toda una experiencia: adaptar el texto, inventar la voz de los

personajes, actuar sus escenas, volverme loco en el estudio. Lo disfruté muchísimo y estoy seguro de que todos aquellos que lo escuchen lo harán también. Lo mejor es que la tecnología de hoy permite acceder a él con tan solo unos cuantos clics aquí.

El audiolibro llega, además, en un momento clave: el sábado 9 de noviembre tendremos un encuentro con toda la comunidad lectora de Titivillus. Esteban Vázquez (ilustrador del libro) y yo estaremos compartiendo un rato con nuestros lectores para conocer sus impresiones, saber qué les pareció la historia, escuchar cuál fue su pasaje favorito. ¡Hay tiempo perfecto para leer!

¡Nos escuchamos en Titivillus y nos vemos muy pronto en la charla!

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